miércoles, 23 de abril de 2014

"La Dulce Teoría de Un País Antipráctico"

No estoy aquí para decirles qué España va mal, qué España va mejor, qué saldremos de esta o qué estamos en un agujero negro al que no le veo el punto y final. No. Porque ¿Para qué? Estarán cansados de escuchar por aquí y por allí unas y otras opiniones que al final acaban en lo mismo; bien en cifras económicas, bien en tragedias humanas.


Sin hablar de España como si fuera madre creadora y omnipotente me voy a limitar a comentar la situación ante la que se encuentran, a mi juicio, los jóvenes “sobreformados” de nuestra generación. Y lo pongo entre comillas porque dudo mucho que cualquier formación pueda sobrarle a ninguna persona. Yo, estaría encantada de recibir unas clases de fontanería porque oye, eso que me ahorro cuando tenga problemas en el baño de casa (que la economía está muy mal me comentan). El problema está en lo que llaman “formación”.
PRÁCTICA, he aquí el gran dilema y enemigo de los político españoles. Después de haber consultado y re-consultado los deprimentes datos del informe PISA de la OCDE, no he podido parar de pensar en lo mismo; un triple grado en “tachún tachín tachán”, pero le pido a mamá que me compre la ropa (enviándome fotos por supuesto). Volar solo la primera vez ¿Y si me pierdo?¿No tienes boca, sentido de la vista, capacidad para escribir? Hablo de casos reales, por muy irónicos que puedan parecer. No sé, no creo que seamos tontos. Se está cometiendo un grave error con nosotros, primero utilizándonos como cobayas de experimento de una u otra ley de educación, segundo metiéndonos en la cabeza miles de cifras, nombres y hazañas que habremos olvidado al día siguiente, sin preocuparse por que entendamos cómo realizar una búsqueda eficiente en internet (el sí padre omnipotente a día de hoy) o que seamos capaces de aplicar la décima parte de lo que algunos almacenan en la memoria para escupir y expulsar y otros (pocos) hacen por entender. Les recuerdo, a estos magníficos señores, que se han estado encargando de lo que algunos llaman “educación” española, que la memoria no es símbolo de inteligencia y que la experiencia siempre es un grado; reflexionen.

Pues eso que si seguimos andando por el camino que venimos; lo tenemos jodido, y bien jodido. Y no, que no os hagan creer que sois una pandilla de inútiles que no sirve para nada y por eso “suspendéis” un informe que os compara con el resto del mundo en habilidades práctico-teóricas, porque la culpa la tiene quien os ofrece o más bien os niega dichas habilidades. La teoría para hacer de la política una demagogia y mandar libros de texto a “punta pala” se la tienen muy bien aprehendida pero la práctica es nula en casi todos los aspectos. Falta de iniciativa es lo que nos recriminan.. aplíquense el cuento, los “títeres europeos” he escuchado que nos llaman.

Y sí; el informe PISA habla de la Enseñanza Secundaria pero desgraciadamente en la Universidad nada cambia. He tenido que ver como chavales en cuarto de periodismo no habían tocado una cámara, no tienen disponibilidad libre de las mismas, ni acceso sencillo a platós y puntos de realización. Limitaciones prácticas por cada resquicio y rincón de una facultad “cuna del conocimiento” que pretenden compensar con nueve horas de clase en las que hemos interiorizado como si de nuestra infancia se tratase el funcionamiento de la imprenta.


¿Y las nuevas tecnologías? Bah; eso lo aprendemos solos. Pues en eso mismo hemos suspendido los supuestos “nativos digitales” señores.  Estamos suspensos en la vida real así que bajémonos de las nubes de una vez, que ya va siendo hora.

lunes, 7 de abril de 2014

Romance; el instante eterno y la historia que lo vio nacer

A través de la exposición “La cámara indiscreta: Tesoros cinematográficos de Magnum Photos” nos adentramos en parte del camino profesional y personal de quienes para muchos son los mejores fotoperiodistas de la historia. A través de las 116 fotografías expuestas en El Canal de Isabel II se transmite una profunda e intensa relación entre la fotografía y el mundo del cine. Los trabajadores de la Agencia Magnum se sumergen en proyectos fotográficos que retratan el Hollywood más íntimo dándonos una oportunidad para captar la magia que existe entre ese instante que pervive y las historias que le dan vida. Una romance entre la fotografía y los genios del cine que se inició con otra historia de amor.  La unión entre Magnum y Hollywood se consolida a través de los estrechos vínculos que mantuvo su fundador, Robert Capa, con el séptimo arte, pues ya había fotografiado en rodajes a Ingrid Bergman, con la que mantuvo una relación sentimental.

Se trata de un total de 12 series de fotografías, realizadas por 17 fotógrafos, pertenecientes a rodajes de películas del Hollywood mítico entre los años 50 y los 70. Su frescura y naturalidad se plasma a través del blanco y negro así como del color, pero su mayor potencial es ofrecido a través del retrato de actrices y actores inolvidables como Katherine Hepburn, Marilyn Monroe, Natalie Wood, Gregory Peck, Dustin Hoffman, Anthony Perkins y Orson Welles entre otros.

La intención que prima es transmitir aquellas imágenes alejadas de los corses star system, fotografías ligadas a la vida más íntima de la profesión y a los momentos más espectaculares de la misma. La mirada de un objetivo que capta una realidad insólita, íntima y a veces robada. Pero ante todo, un prisma cercano y muy real que revive la conexión entre el instante eterno y la historia en la que el mismo nació. Todo un placer para los sentidos.

Marilyn Monroe.
Fuente|Rtve.es
Desde que George Melies comenzara con su fábrica de sueños (cine de ficción) hasta día de hoy “Magia” ha sido el término que se ha utilizado para describir el efecto que creaba el cine en el espectador. El trabajo que los fotógrafos de la agencia Magnum han realizado en este mundo de ficción ha tenido como resultado la captura de momentos mágicos que se inmortalizan y atraen el recuerdo de su plena esencia; el filme y lo que sucede tras él. Dos amantes fugaces que se complementan, la historia de lo efímero y lo inmortal. El sabor de lo preciso y la fragancia única del “suceder”.

“Si Hollywood es una fábrica de sueños esta podría ser su sala de máquinas”

-Exposición  LaCámara Indiscreta-

Supongo que esto ya se trata de gusto personal. Sin menospreciar los grandes retratos de Charles Chaplin en su último y melancólico filme americano; Candilejas, los momentos de furia y tensión en los que se muestra al Capitán Ahab (Gregory Peck) en Moby dyck, el gigante caballo de madera que le colocaron a John Wayne en El Álamo  y al James Dean que busca un rincón apartado para descansar en el rodaje de Rebelde sin causa. Marilyn, Marilyn…

Marilyn Monroe.
Fuente|Rtve.es
Ese vestido de Marilyn en “La tentación vive arriba” que se desliza por el viento sobre una rejilla del metro de Nueva York; mito e icono del cine y del amante de la cultura, que sin embargo nunca se mostró tal cual en el filme. Gracias al fotógrafo Elliot Erwitt, podemos disfrutar de dicha imagen, de la pasión que ella mostraba delante y tras las cámaras.  La exposición además de mostrar el brillo y glamour de la diva  también nos descubre a una Marilyn frágil, inocente y evasiva, aquella que junto al director John Houston realizó  su última película, "Vidas rebeldes".

Gracias a las cámaras Las cámaras de W. Eugene Smith, Elliot Erwit, Dennis Stock, Nicolas Tikhomiroff, Erich Lessing, Burt Glinn, Jean Gaumy, Bruce Davidson, Inge Morath, Eve Arnold, Cornell Capa, Henri Cartier-Bresson, Ernst Haas, Erich Hartmann, Peter Marlow, David Hurn y Gueorgui Pinkhassov, por sumergirse dentro de la vida de las estrellas, convirtiéndose en ese reflejo personal y único. las experiencias de todos permitieron que la fotografía se nutriera del cine y viceversa; creando entre ambos un vinculo especial y mágico, el encuentro entre dos mundo llenos de arte y pasión, el romance entre el instante eterno y la historia que lo vio nacer.

Charles Chaplin.
Fuente|Rtve.es



 Fuente| Exposición la cámara indiscreta
Fuente| Rtve.es
Fuente|Elmundo.es

jueves, 3 de abril de 2014

"El Caracol y la Rosa"

Un desvelo tras otro porque las ideas que aparecen en tu mente como  imágenes difusas comienzan a fundirse transformándose en palabras. Palabras, que brotan una tras de otra conformando alguna especie de todo extraordinario que quisieras plasmar en un papel. Y no hay papel en tantos instantes…; como odio olvidar esas palabras.

Creo que es una especie de vicio insano esto que nos ocurre a más personas de las que podéis imaginar. Leer y observar maravillado como en una sola frase alguien ha podido expresar el más maravilloso o el más horrible de los sentimientos; y saber qué es lo que puede inquietar a aquella persona  e incluso a veces sentirlo tú mismo. Algunos piensan que son sólo palabras, pero otros quieren guardar ese tesoro bajo llave durante el resto de su vida porque saben que la esencia no está en el número o en la cualidad, lo extraordinario reside en el mero hecho de hacerlas fluir sin ningún tipo de muro, de saber transmitirlas sin puente ni camino.

Entonces, un día, revisas ese gran montón de papeles y libros a los que tu madre llama “basura” y eres feliz. Subrayados de todos los colores, anotaciones, reflexiones que brotan sin más. Aquel que tiene dentro de sí el veneno de la palabra disfruta de una especie de éxtasis saboreando todo aquello que  le transmite la realidad más pura, viva y transparente que se pueda imaginar. Mentiría si dijera que un día decidí comenzar a leerme un libro porque quería “cultivarme” o progresar intelectualmente. No fue así, y nunca podría serlo. La necesidad de tener ante mí una historia o relato que me haga divagar más allá de los límites establecidos me produce placer, es pura satisfacción personal; vicio vuelvo a decir. Y al igual que pasa con la lectura sucede con la escritura.

“El cuento del caracol y la rosa” siempre lo recordaré. Ya he mencionado que odio olvidar esas palabras que en un momento de lucidez vienen a mi transmitiendo la historieta en imágenes que paseaba por mi cabeza. Lo odio, porque cuando tengo la oportunidad de retratarlas y luego observo el resultado soy consciente de que aquellas palabras son mucho más precisas, inquietantes, divertidas… que las simples y perecederas imágenes mentales. El caracol y la rosa. Mi madre siempre se quejaba de que era una niña miedica que se pasaba a la cama de sus padres a mitad de la noche. 
“La bruja del armario” era mi motivo. Para no pensar en aquella malvada mujer intentaba pensar en “cosas bonitas” como mamá recomendaba. El problema estaba en que a mí eso de pensar y san se acabó nunca se me dio bien. Entonces, entre eso de no poder dormir, y pensar en cosas bonitas, el resultado siempre eran historias. La que más recuerdo fue aquella, pues una noche, teniendo tres años y sin saber  escribir, corrí al cuarto de mis padres (donde no era bienvenida precisamente) a pedirle a mi madre que cogiera una libreta y apuntara. Recuerdo aquel relato, porque también me acuerdo de la sonrisa, la mirada y las palabras de ella; ¡ Cariño, esto es precioso! Yo también lo creía, y era feliz porque alguien lo compartiera conmigo. Como muchos de los escritos que he realizado durante años quedó en dos simples hojas de papel y boli que mi madre me dio para que guardara. Hoy doy gracias por tener lo que ella llama “El síndrome de Diógenes” sin el cual no hubiera tenido el placer de disfrutar de aquella historia hace poco. Pues sí, tampoco escribo para ser una erudita; puro placer.

Ahora para suerte de mi madre y desgracia de mis libretas tengo la capacidad de escribir por mi misma. Sé que mi camino siempre avanzará conmigo y con mis palabras, pase el tiempo que pase… Y a ellas, las palabras, les doy las gracias por poder leer dos frases de hace siete años y volver a sentir lo que me invadía, por poder experimentar la sensación de estar en dos tiempos paralelos, por estar en mi cabeza y acompañarme donde quiera que vaya. Vicios insanos tenemos todos. 

“ Le entregó la rosa y le dijo; guárdala para siempre pero nunca lo hagas en un armario pues ahí no hay luz y una mano mala te la puede robar. Llévala siempre contigo será tu arma más valiente y poderosa. ¿Por qué una rosa? Preguntó el caracol. Para que recuerdes que no importa tu pequeño tamaño, tu corazón es enorme y puedes hacer cosas hermosas”

Gracias a mi madre, que, aunque siempre reniegue de su manera de escribir supo transmitir la idea de una niña de tres años y hoy hacerla feliz.


martes, 1 de abril de 2014

Me prometo a mi y no a ti.

Me prometo a mi todas y cada una de las cosas que me gustaría prometer, porque ello conlleva el deseo de cumplirlas. Me las prometo a mí y no a ti, y te preguntarás porqué. Pues verás, no creo que tengas la necesidad de que mis acciones se vean coartadas por un compromiso, creo que el compromiso ya está establecido si existe confianza entre ambos. No quiero prometerte nada más allá de mis posibilidades y como ser humano tengo un defecto común, peco de ambiciosa, quizás de soñadora compulsiva. No tengo porque hacerte cómplice de mis sueños, porque son propios. Tan sólo los comparto contigo y si los apoyas, disfrutémoslos juntos. Pero no voy a prometerte que se cumplirá ni uno de ellos, porque si no es así, habré deshonrado mi palabra y la admiro demasiado como para robarle ese tesoro del Siglo XVIII. Qué diría su familia si se enterase en estos tiempos que corren...

Sin embargo, a mí sí que quiero prometerme infinitud de cosas; que mañana el sol brillará con más fuerza que hoy, que podré llegar a ser quien quiero ser, que los errores cometidos por el camino los reconoceré y haré por enmendarlos. Me prometo ser fiel a mí misma, y sólo rodearme de aquellos que disfruten de mi fidelidad. Me prometo que no importa cuántas veces lo haya intentado, seguiré haciéndolo mientras piense que ese algo vale la pena. Prometo prometerme aquellas cosas que verdaderamente ansío que  formen parte de mi vida. Y te preguntarás; Y si no las cumples…¿No deshonrarás a tu palabra? No, porque tenemos un pacto interno, nuestras promesas están sujetas a las posibilidades que encontremos ambas, y todas y cada una de ellas tienen permiso de anulación. Entonces..¿Qué gano prometiéndome tanto? Tener claro lo que quiero que esté presente en mi camino, que forme parte de mi rumbo.A ti, sin embargo, el rumbo que yo tome no te afecta, no tengo porque prometerte nada. Sólo puedo asegurarte que con la lealtad que trato mis afirmaciones, intentaré demostrarte que pensamiento y acción van unidos.

A ti, tiempo amigo o adversario, no te pido nada, no me prometas nada. Me cansé de formular promesas que tú mismo no me dejaste cumplir. "Lo que mi voluntad pueda conseguir siempre irá conmigo y con mi libertad; nunca contigo."